El reencuentro de Cata y Marlene Vides.
Catalina Pérez y Jaime Vides, rumbo a casa de Marlene.
Por Alfonso Hamburger.
Hace unos días, Marlene Vides Márquez, de 83 años, estuvo en la unidad de cuidados intensivos de una clínica, después de que dos de sus hermanas habían fallecido en menos de un mes,en el corregimiento del Piñal, Municipio de Los Palmitos, Sucre.
Vides Márquez es una especie de mito urbano rural en la lucha revolucionaria por la tierra y una de las líderesas más recordadas en Sucre, por ser aguerrida y por su templanza. Su hermano, el reconocido periodista Jaime Vides Feria, el menor en una prole de dieciséis hermanos, asegura que ella fue la primera mujer torturada por las fuerzas del Gobierno en medio de la lucha por la tierra y la dignidad de las mujeres en Sucre. Se salvó de milagro.
Jaime fue a visitarla al Piñal la semana pasada al salir del hospital y ella le confesó que uno de sus deseos era ver a Catalina Pérez Pérez, la líder del Pacto Histórico en Sucre, y quien se apresta a ingresar al Senado de La República próximamente, según observadores del Pacto Histórico, acuerdo programático que llevó a Gustavo Petro al poder.
La visita en pleno.
Catalina Pérez Pérez y Vides Márquez se iniciaron juntas en la lucha revolucionaria y presidieron grandes cumbres campesinas en Ovejas y en Tomala, Majagual, en los años setenta. Después, debido a las amenazas de muerte, Catalina se exilió en Viena durante 21 años y Marlene Vides se fue a vivir en Sincelejo. Tuvo cuatro hijos y uno de ellos, que lleva el singular nombre de Mao Pérez Vides, paradójicamente se pensionó en La Policía Nacional.
Esta mañana del jueves, Catalina fue a cumplir el deber revolucionario de la amistad con su maestra, si se puede decir.
El abrazo de las dos lideresas.
Este medio fue testigo excepcional del reencuentro. Pese a su estado de salud, con dificultades para levantarse, Marlene, una mujer alta y de buen porte, con una dentadura perfecta, lloró al abrazar a su compañera. Vides le lleva diez años a Catalina, quien cumplió 74 años el pasado domingo . Catalina, oriunda de Córdoba y esposa de Máximo Jiménez, el del burro leñero, nació siete meses y tres días después del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán y dice que en estos catorce lustros y cuatro años siempre ha trabajado por la paz.
Catalina no se quita el sombrero Zenú, que lleva desde los quince años como símbolo de su raza , y ads portas de ingresar al Senado,es la No 22 en la lista, no tiene manejadores de imagen, comunity manager ni nada de esas guevonadas tan importantes. Ella misma contesta su celular. Su agenda es muy apretada. Su política es en el barro, visitando las comunidades.
Habla con estupor del exilio. Dice que es la muerte. Por ello creó en Viena la casa de la cultura colombiana, para llevar un pedazo de su barro a Austria y mostrar la otra cara del país. La güera no le permitió sino un solo hijo, que vive en el extranjero. Su esposo, cantor revolucionario por excelencia, creador de la rebeldía en el acordeón Sabanero, se ganaba la vida en Europa con su arte musical y cocinando .
SIN TERRITORIO NO HAY PAIS.
Marlene Vides y Catalina Pérez. ( Foto Neder Machacón)
La lucha ha sido dolorosa. La mayoría de sus compañeros reseñados en una lista de negra fueron asesinados. La visita al Piñal estuvo revestida de mucha nostalgia, más allá del desayuno de batata ,ñame y huevos revueltos. Y café con leche.
Los Vides Márquez de Los Palmitos no sueltan un luto cuando agarran otro. Hace dos meses una de sus hermanas fue al levantamiento de un velorio y murió de repente. A las nueve noches murió otra hermana. Fue donde cayó Marlene, víctima de la impresión. Es la mayor de 16 hermanos. Estuvo varios días en la UCI y al recuperarse lo primero que preguntó fue por Catalina.
Mientras respondía una llamada, Catalina mostró sus cartas. Lo más importante para el Pacto Histórico es una construcción de país desde las regiones, dice que sin regiones no hay unidad ni país posible y que la misión es ganar la mayoría de espacios locales en las elecciones del próximo año.
