Expedición Montes de María, versión música:(1)
Por ALFONSO HAMBURGER.
Siempre he sentido una especie de atracción especial por el Carmen de Bolívar. De modo que iniciar este nuevo recorrido por esta entrañable tierra de luz y placeres ,resulta fascinante.
A mis once años fingí una enfermedad que todos me creyeron y yo, por supuesto, y me internaron por dos días en el hospital Montecarmelo,de donde me soltaron a la libertad del patio de Bajo Grande,de donde nunca debí salir.
Ahora que he regresado he comprendido que esa fue la primera vez que fui mimado de verdad, porque antes nadie me paraba bolas.
Después, en 1980, hice un año intenso de ortografía y secretariado comercial en el Instituto Parra París,que fue mi primera universidad.
El Carmen de Bolívar marcó a San Jacinto. De allí vinieron músicos que nos ayudaron a confirmar y conformar nuestra propia memoria, como el maestro Caro, Teófilo el gaitero, el padre de Landero, el padre de Rodrigo Rodríguez y por supuesto el de los Manrrique.
El intercambio comercial de los dos pueblos es frenético. Por lo menos veinte Jeeps y camperos llevan y traen pasajeros y todo tipo de encomiendas.
En esa rápida visita, cómo abrebocas de cosas que han de venir, nos encontramos con la palabra Mancomoján que le da el nombre a una gran batalla en la guerra de los mil días, más allá del arrollo y de una emisora que nos árboleaba las horas.
Bienvenidos a una nueva experiencia de expedición Montes de María, ahora versión música.