Así quedó Bajo Grande luego de la masacre perpetrada por las Auc en la población. Hasta hoy, los desplazados no han regresado.

!Murió el refundador de Bajo Grande!

BAJO GRANDE-1Murió Joaquín Herrera, el refundador de Bajo Grande.

Joaco el de Arace no le tuvo miedo ni a la muerte. Delgado, calvo desde joven, lo que lo obligaba a usar cachuchas de beisbolistas y amante del Junior de Barranquilla, su nombre de pila era Joaquín Herrera Vásquez. La gente le conoció siempre como Joaco el de Arace, pues así se llamaba su mamá, hermana de Herlinda, de Raquel, de Manuelito, de Sara y de otras mujeres a las que nunca les dio dolor de cabeza. Los Herrera Vásquez se entrecruzaban y por eso todos en el pueblo de Bajo Grane éramos primos. El Herrera o el Vázquez marcaban la sangre.
Pero Joaco ha muerto en Cartagena y hay que darle los méritos. Soltero eterno, alegre, entusiasta para el deporte y para el trabajo, Herrera se le paró firme al miedo y fue el primer desplazado que tuvo el coraje de regresar y vivir solo, cuando todos se fueron huyendo. Se apropió de la casa que fuera de sus padres y allí resistió las visitas de todos los bandos, pero no lo hicieron salir.
Bajo Grande, a 23 kilómetros de San Jacinto, después de Las Palmas, fue tomado por la guerrilla del EPL  que mató al inspector de policía, Ramón Ortega Arroyo. Eso fue en junio de 1987. Desde allí el pueblo no fue el mismo. Atracos, desapariciones, asesinatos y desplazamiento, fueron la tónica. Habían trascurrido más de cien años de paz, en el que solo hubo tres muertes. La muerte del Turco “Jala”, en el camino real para atracarlo, La Muerte de Juan Manuel Vasquez, apuñalado por un barranquillero y Luis Carlos Castellar, muerto en un accidente celebratorio, cuando daba vueltas en el fandango de las fiestas patronales de Santa Catalina, en un noviembre remoto.
Desde 1983, a la muerte de un líder campesino en San Jacinto, todo empezó a cambiar. Después, en 1999, en medio de un octubre infernal, en un diluvio, los paramilitares, que llegaron en busca de los guerrilleros que nunca existieron, mataron cuatro jóvenes. Todos se desplazaron, menos Joaco, quien se atrincheró en su casa y resistió todos los embates. Aun solitario, sin la ayuda de otros, solo de Dios, este hombre demostró todo el amor por su terruño.
Un cáncer de próstata se lo llevó ayer en Cartagena.
Una de sus características era que tenía la sangre dulce para el ganado. Una vaca mansita al verlo se embravecía con solo olerlo. Precisamente, su cojera en una pierna, obedecía a la fractura que le propinó una vaca derrotada  de Fernando Díaz que entró al patio y él Salió a corretearla con una rula. La vaca le quitó la rula de las manos y lo estaba matando, cuando lo auxilió su cuñando Nestor Gamarra, con quien compartía el patio. Lo sacaron de Bajo Grande en Hamaca y lo llevaron a Cartagena.
Y precisamente, en Cartagena, murió este gran hombre de setenta años, el segundo fundador del pueblo, después de Miguel Herrera, que lo había establecido hacia más de 150 años.

 

Alfonso Hamburger

Celebro la Gaita por que es el principio de la música.

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