Las EPS, empresas prestadoras de salud, nacidas de la Ley 100 de 1993, son como los equipos de fútbol. En España son dos equipos los que marcan la jerarquía, Real Madrid y El Barcelona. El resto son de amague.
En Colombia sólo hay cuatro equipos sólidos que se pueden considerar clubes: América, Millonarios. Atlético Nacional y Atlético Junior. El resto son equipos de medida tabla para abajo, que pelean el descenso y con algunos títulos esporádicos producto del descuido de los grandes . Caldas, Tolimita, Medellín, Unión Magdalena y ahora Pereira. Todos viven al filo del descenso. Y de la intervención.
Así son las EPS. De cerca de cien creadas quedan menos de veinte y entre ellas algunas tienen tarjeta amarilla. Y no sucedió eso en el actual Gobierno. El ensayo lleva treinta años, en el que algunas, como Mutual Ser, orgullosamente Caribe, nacida en Los Montes de María, producto de los acuerdos de paz con la guerrilla de la CRS, son un ejemplo nacional. Los usuarios, que tienen la potestad de elegir su EPS, la pelean por la eficiencia del servicio.
Son unos dos millones y medio de usuarios que viven satisfechos con Mutual Ser, que se inició como Mutual Montes de María, cuando el territorio era de arenas movedizas.
Es una asociación sin ánimo de lucro cuyos socios fundadores son unas siete mil personas que se hallaron en la mutualidad-: yo te doy, tú me das en equidad – la respuesta exacta de unidad, para fortalecer un sistema de cooperación en un país atravesado por el neoliberalismo ,donde la rentabilidad es una palabra para no tirar al caneco de la basura.
Se me antoja que esta compañía no sólo tiene un buen director técnico – esos Viana parece que son judíos que provenían de España – sino que adopta la experiencia de Servientrega, que barrió a su competencia entregando las encomiendas como si fuera el bus de Quito Jaspe, rápido. Ese plus marcó la diferencia y la competencia tuvo que emularlos hasta en el nombre, De Prisa, pero bien hecho. Sin tanta vuelta.
El crecimiento exacerbado de Mutual Ser, que empezó a operar como un banco, manejando los dos sistemas – subsidiado y contributivo- pudo haber traído descontrol en algunos sectores, pero según el Centro Nacional de Consultoría, en los últimos años el nivel de favorabilidad no ha bajado de ochenta y tantos puntos, triplicando a veces el promedio del sector y del propio Ministerio de la Salud.
En una rendición de cuentas en Sincelejo,el gerente Galo Viana, quien habla de que su buen rendimiento se debe a que han tenido suerte, advirtió que no están exentos de hechos de corrupción, propios de un crecimiento exacerbado,que puede mermar los controles de calidad.
También se refirió a que el grado de enfermedades en Colombia es tan grave, que mañana abren un hospital con cinco mil cupos en Sincelejo y ese otro día se llena.
La reforma, vista desde la necesidad de mejorar el sistema – porque de hecho hay muchas falencias – es ideal, pero no se debe usar la palabra destruir, como mecanismo de guerra, cuando en medio de la discusión mediática se usa un lenguaje emotivo que impide un raciocinio lógico de la discusión. En este sistema, quien pauta maneja la nota editorial. Y eso en el periodismo es fatal. La información, así, no es un privilegio del periodista ni de quien ordena la pauta, sino un servicio fundamental como el agua o la luz, un derecho de las comunidades a una información veraz, oportuna e imparcial.
Acertada la columna virtual del periodista Pirry, cuando señala que la discusión perdió objetividad cuando los bandos enfrentados no sólo vienen mezclando politiquería, publicidad engañosa y la mentira, sino todo tipo de armas , porque la verdad suele ser la primera víctima en una guerra.
Mejorar algunos aspectos y construir sobre lo andado parece ser lo más viable.
El presidente Gustavo Petro debe reconocer que ya la campaña política pasó y que su sentido humano debe prevalecer, cuando le dan la misma medicina que él formuló en la oposición, y las masas, manipuladas o no, han salido a la calle.
Es obvio que si yo salgo de San Jacinto para Barranquilla, llego más rápido si me voy por Calamar sin necesidad de pagar más peajes dándome la vuelta por Cartagena.
Un dinero manoseado por muchas manos se puede distraer y agotar mientras llega a su destino.
Sin duda, la estrategia de defensa de las EPS, que tienen gran poder económico y han sabido poner la publicidad a su servicio en los medios de mayor influencia, ha sido un golpe letal en el proyecto de reforma.