Candidaturas diferentes (III)
DE MI COLOSO BONITO AL SINCELEJO DEL ALMA.

Por Alfonso Hamburger

Los días previos, antes de salir con las manos en la cabeza para Sincelejo, Derlys Chamorro, había padecido de la violencia de Los Montes de María. En una sola noche hubo siete muertes violentas.
La noche antes de tomar la decisión de abandonar a Colosó, por el quicio de la puerta metieron una carta donde les daban 48 horas para irse del pueblo. No les dio tiempo de recoger nada. El padre, que tenía una parcelita cerca del pueblo, se quedó. Allá murió.  En el 2001 A Sincelejo llegaron Derlys, de catorce años, su madre Edilsa Salcedo y dos hermanas menores, sin dinero y sin nada. Llegaron a la invasión Altos del Rosario. Recuerda que el arriendo costaba 30 mil pesos, que para la desplazada y sus tres hijas menores, era mucha plata. Duraron cinco años viviendo de los mercados de la Cruz Roja, colgando hamacas y tiradas en esteras.
Pero una vez en Sincelejo, a la familia se le empezaron a presentar ángeles. El primero fue la rectora del   colegio,  Luis Carlos Galán, que les cedió la administración de la cafetería, con la obligación de hacer el aseo en todo el plantel. Derlys, con el deseo de superación y sus hermanas, madrugaban a diario para cumplir con aquella tarea. La idea era superarse cada día para ayudar a su madre. Termina  allí el bachillerato por validación. Pero su idea era avanzar y se matricula en La CUN , donde termina su carrera como Administradora en Salud con una beca, lo que la obligaba a mantener un alto puntaje. Es llamada a trabajar aún sin terminar en La Cruz de Mayo, en un Centro Médico, donde aprende cosas que ni pensaba, como aplicar electroencefalograma y otras.   La Clínica Santa María, entidad que ama y donde se le fueron apareciendo otros ángeles, la vincula gracias a  otro ángel, como es Carlos Alvis.  Su primer sueldo, 400 mil pesos, se lo dona a su madre, para que compre un horno, que era un anhelo de su progenitora.  Hace una especialización en auditoria y gerencia para la calidad, con un préstamo que aún esta pagando.  Hoy maneja la oficina de mercadeo y ventas, donde ha puesto a prueba sus habilidades de relacionista para seguir aportando al desarrollo social.

Hoy, a los 32 años, casada y madre de Tony Andrés, de ocho años, Derlys Chamorro, después de tocar fondo y salir adelante mediante el estudio y la pujanza, además de tener su propia casa, está a punto de cumplir otro sueño: convertirse en Concejal de la ciudad que le abrió las puertas y a la cual ama con devoción: Sincelejo.
Sus propuestas de corte ejecutivo, no son descabelladas. Han sido preparadas con base en un serio  estudio de sus asesores del Centro Democrático, como el abogado Aníbal Díaz, quienes diseñaron la propuesta con base en ejes temáticos fundamentales, como la salud,recreación, cultura y  deporte, el emprendimiento y la seguridad.

El consultor del deporte, una entidad autónoma con una secretaria y un abogado, que les permitan a los usuarios de la salud acelerar los mecanismos de atención mediante la acción de tutela.  El apoyo a los talentos de todo tipo para que puedan conseguir sus sueños es otra de las propuestas de Derly, porque el deporte y la cultura son las herramientas para alejar a los jóvenes de la droga.
Derlys Sofía Chamorro Salcedo, como es su nombre de pila, aparece con el número cinco en el Tarjetón del Centro Democrático. Con un grupo de trabajo multidisciplinario de la empresa donde trabaja, recorre todos los días a Sincelejo, explicando sus propuestas y ayudando a los más pobres con brigadas permanentes de salud y otras alternativas para superar las limitaciones.
Su historia de superación la hacen una de las cartas atractivas, dentro del mosaico de caras que figuran en el tarjetón a Concejo de la ciudad de Sincelejo.