Homenaje a Miguel Cabrera(III)

ASÏ LLEGO MIGUEL A MI CASA DE SAN JACINTO.

 

Por  ALFONSO HAMBURGER.

 

Nelsito Hamburger se presentó una madrugada lluviosa a nuestra casa de San Jacinto muy borracho y sin ningún tipo de pudor le pidió a mamá que cocinara carne para su invitado del alma, un tal Oswaldo Monterrosa, que se había hecho famoso con una canción del pobre y el rico.

Su nombre de pila es Nelson Alfonso Hamburger Fernández, segundo de mis ocho hermanos, quien era entonces un hombre muy simpático y parrandero. A sus diecisiete años era el tipo más bonito e inteligente de San Jacinto, que cuando se dejaba crecer la barba, era igualito a Jesucristo, y se había graduado entre los tres primeros alumnos del ITA de Lorica, de donde fue enviado a Medellín  por el Estado para una formación integral y desde donde fue convocado por la desparecida Caja de Crédito Agrario, para inspector en varias sedes, como Ovejas, Sincelejo y Sucre-Sucre, hasta terminar de gerente en El Carmen de Bolívar.

Rogelio Goez, gestor del homenaje y Miguel Cabrera.

Nelsito  Tendría veinte años la noche que se presentó a mi casa con Oswaldo Monterrosa, creo que de parrillero en su moto Kawasaki Cabra pantanera. Estaba lloviendo. Ellos estaban bien borracho. Mi madre se levantó a cocinarles una carne que se estaba descomponiendo en la nevera porque no había luz- estaba manía-, yo escuchaba el ruido de la parranda, pero no me levanté.  Sólo alcancé a escuchar la voz de Monterrosa, que decía que la carne no estaba descompuesta, que ya era una carne madura y que los franceses la consumían era así.

Mi hermano siguió su vida de parrandero, amante del ciclismo y de las discusiones. La primera bicicleta que tuvimos nos la trajo Nelsito, lo mismo que compraba todos los LPs que salían, entre ellos uno de Miguel Cabrera Castilla, a quien había conocido cuando vivió en Sucre -Sucre, donde tuvo tres hijos con Marta Campo Bueno, hija de Jesús Campo, quien manejaba el teatro de Sucre.

Los Campo Bueno vivían cerca de la plaza. Sólo era atravesar un puente sobre el caño donde Gabo colgó una hamaca bajo un bosque de mangos a sus 17 años para matar una enfermedad.  Vivian en una casa húmeda , en la esquina, y tenían una tienda.

Celosa de su hijo, mi madre me envió a Sucre-Sucre en  unas vacaciones de 1980 a vigilar a Nelsito, que estaba barbudo y pasaba metido en esos pantanales con los campesinos. Era cultivador de arroz.

Allí en Sucre, la perla de la Mojana, de una magia exótica, tomé la decisión de estudiar periodismo y al año siguiente me fue para Barranquilla.

Durante el mes que estuve en Sucre  me conocí todos esos recovecos. Y para matar el tiempo  ponía la música en una grabadora de mi hermano.

Nelson Hamburger Fernandez

 

Miguel Cabrera Castilla, el recomendado de mi hermano, irrumpía con fuerza, a la par de los grandes vallenatos, con una voz grave, fuerte, que le daba una terminación brusca a sus cantos, como si se burlara de su arte. Eso dicen que le pasa a las personas que tienen mucha facilidad para emprender cualquier arte. Y la sensación que yo sentía era que el cantar Mojanero estaba sobrado, aunque tenia la influencia de Jorge Oñate y de Beto Zabaleta.

Después , ya como periodista de planta de El Universal de Cartagena- mi primer sueño cumplido-Miguel me visitó en 1989 en la sala de redacción, en el marco de un festival de Música del Caribe, tras haber ganado un litigio como abogado del departamento de Sucre.

La última vez que vi a Miguel en persona fue hacia 2016 o 17 en los estudios de Unisucre fM Stereo, cuando nos visitó con su señora al programa Valores de La Provincia, para promocionar las trece canciones que mas le gustaban a Gabito, trabajo que hizo al lado de Julio Rojas Buendía.

El tiempo pasa a raudales. Miguel ha luchado con una enfermedad muy degenerativa- yo la padezco también- y hoy todo el pueblo sabanero, que desborda nuestro territorio e imaginación se une en torno suyo y de su familia, para rendirle este merecido homenaje en vida.  Te abrazo, querido Miguel.

Alfonso Hamburger

Celebro la Gaita por que es el principio de la música.

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