El Padre David Villanueva Aguilera:
EL CURA QUE FINANCIABA PARRANDAS SIN SABERLO.
– En Sincelejo cayó como un viento frío la acusación contra el padre Villa, eterno capellán de la catedral San Francisco de Asís.
El entonces presidente del Congreso de la República, Julio Cesar Guerra Tulena, fue el más sorprendido aquella mañana, en que el eterno operador de Radio Piragua, Miguel “El Chichi” Sierra, irrumpió en su oficina, en el quinto piso del edificio del Banco de Occidente en Sincelejo, después de cumplir con el ritual de esperar su turno como cualquier simpatizante del parlamentario en busca de favores.
Guerra Tulena, en el mejor momento de su carrera política, atendía una agenda muy apretada los lunes por la mañana, porque en la tarde debía viajar a Bogotá, de modo que al ver a su colaborador de la emisora de la familia, no lo hizo esperar.
– ¿Aja, Chichi, y tú por aquí, que necesitas?
Y el Chichi, hombre de pocas palabras, fue al grano:
– Doctor Guerra, lo que pasa es que yo vengo a pedirle que no nos cambien al padre Villanueva de la catedral San Francisco de Asís.
…Y Guerra, que en esos tiempos hacia bautizos, trasladaba desempleados de Venezuela y hacia malabares para cumplirles a sus votantes, lo paró en seco:
– Mira, Chichi, le dijo, tras ponerle las manos en los hombros del atribulado visitante. “No seas pendejo, que yo no soy el Obispo”.
El Padre David Villanueva, nacido en Magangué y fallecido en Sincelejo hace seis años cuando ya casi pisaba los cien años, acaba de ingresar a las redes sociales, donde le compite a un actor y senador Peruano proveniente de España, también enredado en líos. El padre “Villa”, como le decían en Sincelejo, y quien en sus últimos años fue el capellán de la Catedral San Francisco de Asís, es recordado por sus fieles como un cura bonachón y sencillo, en sus últimos años fatigados por la vejez, pero no como pederasta. No solo era un santo, sino que lo aparentaba.
Apenas ahora, aparece en las redes sociales, donde lo acaba de acusar en un video póstumo el estilista Walter Pérez Castro, también Sincelejano, que a puño y letra dice” El padre David Villanueva (Sjo)… me violó a los 14 años, nunca fui ayudado por psicólogo alguno. Me Cansé: Anoche no dormí a la 1 de la mañana, ya estaba cansado mentalmente y no podía Dormir”.
La acusación cayó como un chorro de agua fría, en medio de la lluvia que por estos días cae sobre la sabana sucreña, porque Villanueva a veces se confundía con el entonces Obispo Nel Beltrán Santamaría. Ambos con pelo cano y una apariencia de santo innegable. La gente los confundía.
Semana.com consultó a Miguel “El Chichi” Sierra, hoy jubilado de Radio Piragua, para que contara por qué fue a pedirle a Julio Cesar Guerra Tulena, que no dejara que cambiaran a Villanueva como capellán de la catedral San Francisco de Asís.
Fue muy sencillo, dijo Sierra. La catedral, hoy en remodelación, queda exactamente al frente del Edificio Guerra, antiguo Ley de Ropas, donde operaba Radio Piragua . La emisora transmitía la misa dominical, donde Villanueva tenía la voz cantante. Habían tirado una línea de quiniento( un par telefónico exclusivo ) que atravesaba la calle en forma perenne, con el fin de enlazar la señal. Eran tiempos en que los radio operadores bebían cerveza fría todos los viernes con los periodistas en exclusivos bebederos de Sincelejo. A Chichi Sierra no le convenía que al padre lo trasladaran de la catedral, como se rumoraba en la calle, por una razón muy fuerte. El padre ya estaba viejo y era muy bonachón. Cuando Sierra no tenía para las cervezas se presentaba a la oficina del padre Villa, en la parte posterior de la nave parroquial. Llegaba por lo regular con un pedazo de línea telefónica en las manos y le decía:
– Padre, la transmisión de la misa del pasado domingo tenía un ruido.
Y el padre, que era muy cuidadoso con su imagen, abría sus ojos enormes de pastor atento y alarmado, le inquiria:
– Fatal, mi querido Chichi, y de qué será ese daño?, la voz de Dios debe ser muy diafana.
Y el Chichi, que tenía su treta preparada, le decía:
– Nada grave, padre, ya revisé y encontré este alambre oxidado, debemos comprar unos metros.
Y el padre, que era muy bondadoso, se metía la mano en la sotana y le daba 20 mil pesos, que eran suficientes para comprar varias canastas de volantonas.
Al mes, volvía el Chichi, con otra treta, había un nuevo daño, entonces el Padre volvía a aportar para la baca.
Fue uno de los pocos casos en que un Guerra no intervino para un traslado, porque Julio Cesar fue honesto y el padre Villanueva murió como capellán de la catedral sin saber que financió varias parrandas de los periodistas y menos sin sospechar que iba a ser acusado de violar a un niño, muchos años después de enterrado, sin discos y sin homenajes.
La verdad parece imposible porque los dos actores están muertos.
«Nada grabe, padre, ya revisé»
graBe????
Grave la falta de ortografía en un periodista….
Discúlpenos, no contábamos con que la página sería visitada por un nobel de literatura.