Así roban en Servientrega
Hoy me dispuse a enviar un paquete con unos audífonos a Puerto Colombia, una encomienda de poco peso. Tarifa de $12.300 me pareció alta. Cuando reviso la factura encuentro que solo aparece un valor de $10.150. El funcionario aduce que el resto del cobro corresponde a la bolsa plástica donde por ley de la empresa ha de empacarse el artículo a enviar.
Considero es un procedimiento ilegal no decirle al usuario que allí va incluido el valor de la bolsa plástica que no solo obligan a comprar sino que tiene un valor desmedido.
Si el asunto es así, ¿por qué no incluyen en el comprobante el sobrecosto de ese plástico?
¿Acaso no tiene uno derecho a empacar por su cuenta lo que va a enviar después de que se someta a revisión y cumpla los protocolos que ellos exigen?
Por qué un sobre o bolsa plástica que compran o mandan a imprimir por volúmenes tiene ese costo que es ya especulativo?
¿Quién recauda ese dinero del que no le queda a uno una manera de demostrar el atropello?
¿Por qué no advierten que la bolsa tiene un valor adicional al costo de envío?
Y si mi destinatario ha de reembolsarme los costos de envío, ¿con qué comprobante le demuestro lo que me cobraron por el empaque?
¿En dónde está la evidencia de este abuso?
¿Será esta la manera turbia en que esta empresa estimula a sus empleados?
¿Será que van por mitad?
¿Por qué no dan mejor un solo valor que especifique que se está cobrando el empaque y el envío para que quede debidamente sentado en la factura?
Tendría sentido que ellos embalen la mercancía si se trata de un objeto pesado o que revista un peligro a transportar.
¿Acaso no pueden revisar que son unos simples audífonos que no requieren un embalaje especial ni es menester el plástico que ellos me imponen?
No armé un mierdero porque el calor era sofocante en la fila y por la premura que llevaba.
¿Cuántas bolsitas de ese precio se mueven en cada agencia de Servientrega a lo largo del territorio nacional a un valor tan escándaloso?
Vale más ese empaque que una bolsa ecológica grande y reutilizable.
Así es como se enriquecen estos malditos a costillas del más huevón y no hay quién controle.
Patricia Berde
