
Escalinatas políticas:
EL GORDO GARCIA CUMPLIO 67 AÑOS.
– Muchos sucreños creen en su inocencia.
Por el Káiser
El cumpleaños número 67 de Álvaro García Romero, el lunes 19 de febrero pasado, fue celebrado simultáneamente en cuatro Municipios de Sucre, donde sus amigos se emborracharon en su nombre y aprovechando la virtualidad realizaron video- parrandas con el personaje, recluido en La Picota de Bogotá, donde lleva once años de prisión. Los municipios donde hubo festejos fueron Sucre-Sucre, San Benito Abad, San Marcos y Sincelejo.
El análisis desde el punto de vista de los victimarios se puso de moda en el mundo. Escritores españoles se han vuelto célebres, narrando las historias de los más afamados personajes del terrorismo, especialmente de Sendero Luminoso y el ETA. Las victimas en Colombia, ahora politizadas con el proceso de paz, siguen empeñadas en la verdad, pero también es interesante conocer la historia desde los victimarios. Es la moda editorial.
***.
Según un periodista sucreño, simpatizante del Gordo, la condena de García Romero es más política que jurídica. Conforme su abogado, en el caso de Macayepos, que es el hecho en el que lo implican, no hubo masacre, sino muertes selectivas. El crimen fue declarado de lesa humanidad, lo que ha impedido la libertad del personaje, quien ya cumplió la tercera parte de la prisión y con los trabajos de culinaria que lleva, ya debería estar libre. De acuerdo con los alegatos del jurista, tres de los presuntos muertos, aparecieron vivos. Estaban en Venezuela, pero sus testimonios como que no fueron tenidos en cuenta. No estaban muertos, andaban de parranda.
***
Hace once años, apenas pisó la cárcel, lo primero que hizo García fue preguntar por el cocinero, quien estaba a punto de cumplir su condena. Se hizo amigo de éste, quien prolongó su estadía. Una de las estrategias políticas de García, para manejar sus coaliciones desde la cárcel, es preparar buenas comidas. Para ello desde Sucre le llevan la mejor carne penca oscura, el queso sabanero y los mariscos del Golfo de Morrosquillo. Igual se ha llevado a los mejores cocineros en mariscos y otros menjurjes. Desde allí eligió dos veces a su hermana Teresita y ahora coordina la candidatura de su sobrina Juliana Escalante.
***.
Álvaro, hermanito de Juan José García Romero, aunque jurídicamente no se lo haya probado ese vínculo, no se quiere quedar detrás de éste. Al gordo le escribirán un libro. A Juan José le están escribiendo el suyo, asesorado por el historiador Moisés Morante. Sorprende en este perfil, la preparación de Juan José, quien es profesional de una de las más prestigiosas universidades de Bogotá. En ese texto, próximo a salir, se explica cómo se hizo la investigación para dar con 110 millones de pesos que J.J tomó “prestados”. El caso es que los devolvió, pero eso lo dejó manchado para toda la vida. En el texto se aclara ese insuceso , uno de los primeros en donde se devuelve el hurto. Julio Guerra también devolvió lo de los libros.
***.
En una de las reuniones para celebrar los 67 años de García Romero, se habló de todo. Alguien recordó una frase del actual Gobernador: “Álvaro puede ser pícaro, tramposo, de hacer maldades políticas, pero no es capaz de matar una gallina”.
***.
Igual se dijo, que García Romero, en su vida política solo perdió una elección en Sucre. Aquella vez por mala distribución de listas. Se ahogó en su primera aspiración al Senado, pero sacó a su madre, Madi Romero (en cuyo honor se puso el barrio Billa Madi) a la cámara. Fue el senado revocado en 1990 y que culminó con la constituyente de 1991. Desde allí, pese a la cárcel, no perdió una sola elección. Ahora, preavisado, pues su hermana fue una de las últimas en 2014, y ahora destituida por presunto fraude, parece que está tomando precauciones con su lista.
***.
También re recordó en una de las parrandas, que siendo enemigos irreconciliables, García Romero se alió con Joselito Guerra de La Espriella. García ganó senado y Guerra la cámara, pero al otro día de las elecciones, volvieron a ponerse bravos.
***.
El día del cumpleaños de García Romero, muy seguramente a Julio Guerra Tulena, que tiene una tendereta de ex (gobernador, senador, ex no sequé), le estarían zumbando los oídos. Entre los múltiples chistes que se contaron de Guerra Tulena, figura uno según el cual uno de sus seguidores le perdió varios años para que le diera una ayudadita. Un día, mientras subía las escaleras de su edificio, el pedigüeño se lo cogió de buen humor. El político se metió la mano en el bolsillo y le regaló medio millón de pesos. Y mientras le entregaba el dinero le dijo:
-¡Coge, pero no te cebes!