¿A quién se parecen los gaiteros de la estatua?

gaiteros1

Monumento a los Gaiteros ( autor Alejandro Dominguez) 3.80 metros. ( Foto Corfoarte)

¿A quién se parecen los gaiteros?

Por Alfonso Hmburger

En medio de la ardiente disputa por la marca Gaiteros de San Jacinto que se suscita bajo la lluvia de junio se yergue el monumento a nuestros emblemáticos trotamundos de abarcas, mochila y sombrero, con la convicción de que a veces no hay cuña que más apriete que la del mismo palo.
Todavía no se había terminado la rueda de gaita celebratoria, mientras un muchacho con un palo trataba de develar el monumento de cuatro para cinco metros cuya cinta no se quería desprender del sombrero del hembrero – Braco dice que mide 3.80 metros- cuando a alguien se le ocurrió decir que los monicongos, arqueados con gaitas y maraca- macho y hembra- no se parecían a ningún gaitero. Emérita, la hija más buena de Juan Chuchita, hizo una mueca de frustración cuando cayó la cinta y se dio cuenta que el cantante no se parecía a su papá. Debajo de la estatua, sentado en un taburete, salpicado por los plásticos que caían de lo alto, Juan Chuchita, de 88 años redondos, abrió bien los ojos, pues el machero no se parecía a su tío Toño Fernández. Desde allí comenzaron las especulaciones.
Mientras Lina Tapia bailaba y se mostraba radiante con una faldita corta y mostraba una amplia sonrisa, Yaisid Hernández, bailarina nieta de Juancho, se percataba de las cuñas que tiemplan los cueros del tambor, entonces trató de formarse la grande. No eran las cuñas tradicionales de San Jacinto, estaban mal puestas. Las cuñas que llevan los tambores, que parecen emerger del monte, arrumados a los pies de los dos gaiteros, no se ubicaron en la “uve” o v que hacen los cáñamos que sirven de tensor del cuero. Estas cuñas, según se armó la alharaca, van estéticamente en cada una de esas V que hace el cáñamo y no donde las pusieron, que es la forma como las ponen en zona de negros, sin que por esto San Jacinto sea racista.
Algunos pensaban que los rostros de los dos gaiteros eran personalizados entonces empezaron a buscarle parecidos. No eran los rostros de Toño Fernández, ni de Nicolás, ni de Torregrosa, Ni de los Lara, nada, ni las cuñas coincidían.
Así fue cuando le hicimos el busto a Adolfo Pacheco, figura copiada de la foto de un LP que grabó con Julio Rojas (Montes de María) donde el maestro aparenta cuarenta años y no los ochenta que cumplirá el año que viene y no tiene sombrero ni boina vasca. Hasta Adolfo Pacheco, en forma de broma dijo que no quería estatua “porque las cagan los pájaros”.
Para Jorge Quiroz, Tiedjen, “El Braco”, director del Museo de San Jacinto, esas son cosas nimias que no son importantes. “Lo bueno es que por primera vez a un alcalde se le ocurre esta maravillosa idea”, sostuvo.
“San Jacinto es un pueblo bellamente difícil”, dijo alguna vez Adolfo Pacheco.
El monumento a Los Gaiteros , elaborado bellamente por el artista plástico Alejandro Domínguez, oriundo de Soledad, formado en Barranquilla y residente en Salgar, quien fue contactado por el gestor cultural Jaime Murillo, sabiendo de su experiencia en este tipo de monumentos. Ha ganado varios salones regionales de artes y ha realizado varios monumentos, como el que está a la entrada de Puerto Colombia, donde reside con su mujer y dos hijos.
Domínguez se gastó dos meses trabajando en este monumento a los gaiteros de San Jacinto, hecho en resina de vidrio- igual a la que se usó en el monumento a Yoe Arroyo- tan resistente que la usan para hacer lanchas y buques. La hizo en Salgar y fue transportada a San Jacinto en un camión. La bese tiene 1.50 metros y cada gaitero 2.20 de altura. Sobre la base emerge la montaña y sobre ésta el llamador, el tambor alegre y la tambora.
No se trata de un retrato de ningún gaitero- pues eso conllevaría a una disputa-sino un referente. Al principio también hubo un error en la posición del maraquero, que estaba del lado izquierdo, pero se corrigió.
El diseñador envió dos propuestas a la Alcaldía de San Jacinto, gestora de la obra, la escogida y otra más subjetiva y moderna, pero que no fue tenida en cuenta dado que este tipo de obras a veces son mal entendidas.
Bienvenida, pues esta maravillosa obra a nuestros gaiteros, ubicada en el parque del mismo nombre, que fue remodelado, a medio tabaco de la casa de Toño Fernández, en lo más alto de la loma de Santander, llegando a la Variante. ¡Y si se pierde es porque quiere!

PD. Felicitaciones a Robert Guerra (Landero) por su merecido cuarto puesto en el Festival Sabanero de Sahagún.

Alfonso Hamburger

Celebro la Gaita por que es el principio de la música.

Deja una respuesta

Your email address will not be published.

Previous Story

El otro pliegue de la pollera colorá(*)

Next Story

El día que expulsaron a Ruben Dario Salcedo del Festival Sabanero!