El mejor comediante, la tendencia en música.
Un tema de los ochenta que hace furor en las redes.
Por Juan Sebastián Ortiz
Cuando los Betos del vallenato- Villa y Zabaleta- estaban en su apogeo, hará unos treinta y cinco años, Leonardo Gamarra escribió un poema de dolor y de despecho, se sintió el mejor de los comediantes, pero aquella canción jamás llegó a manos de sus ídolos de los ochenta. El exquisito compositor sinceano, además, estaba más interesado en sus porros, con los que se ha posicionado en toda la región.
El título de la canción ( el mejor comediante), que quedó en los anaqueles de su memoria, no figura en el mensaje, porque el hablante está repleto de adioses y quimeras, de diosas trigueñas y cuerpos de bambú, de olvidos y muerte desesperada. Fue una realidad brutal. Gamarra se enamoró perdidamente de una profesora y para mantener la relación, porque era un hombre casado, hizo malabares, como un verdadero comediante, fingió ser libre. Pero al fin, cuando la muchacha descubrió la maroma, lo dejó. “Adiós dulce quimera, todo quedó en la nada”. Ella tenía un cuerpo de bambú, esplendido, con un trasero de ensueño, pero no pudo recuperarla.
Cuando el escritor Amaury Pérez Banquet oyó la canción, grabada recientemente con el acordeón sutil del rey sabanero, Eris Puentes, y la voz nostálgica de Alfonso Hamburger, pensó que esa era una temática de años viejos, como las de antes, que eran historias poéticas completas. Y acertó. Gamarra la hizo pensando en Los Betos o en el Binomio de Oro, hace unos 40 años.
La historia no para ahí. Es una historia paralela de dolor. Es la historia del intérprete y del autor. Alfonso Hamburger, quien la interpreta, siempre aspiró a cantar. Es lo que más le gusta. Y había anunciado que una vez ganara el premio a una consagración periodística (como de hecho lo acaba de lograr), iba a dedicarse a escribir y a cantar. El sueño está casi cumplido. El polifacético periodista confiesa que cuando la canción llegó a sus manos con otras tres, vía WhatSapp , estaba atravesando uno de sus peores momentos sentimentales. La novia por la que se daba golpes de pecho, lo había zafado. Era la misma historia de Gamarra. Le había prometido a la novia que en diciembre estaría separado de su esposa para asumir la nueva relación sin necesidad de esconderse. Pero su novia decidió apagar sus celulares y clausurar todas sus redes sociales, porque había recibido amenazas de muerte. Parecía increíble, aquella canción, escrita 40 años atrás, le caía como anillo al dedo. No dudó en meterse en un estudio de grabación en pleno duelo.
Eris Puestes le hizo unos arreglos profundamente sabaneros, con toda la escala musical, y Hamburger cantó, aun leyendo el papel, con toda la nostalgia de un despechado. El resultado no podía ser otro, el mejor comediante, que prepara su video oficial para redes sociales, es una respuesta a la llamada crisis del vallenato tradicional. Es una canción que nos recuerda los años 80, cuando Los Betos y el Binomio de Oro, alcanzaron su máximo pico de popularidad y se habían convertido en los mejores intérpretes sentimentales de esa época.
Hamburger solo espera que la canción sea la puerta por donde aquella dulce quimerea regrese a sus brazos y los enamorados tengan una excusa para una tarde de verano contemplando la puesta del sol desde un punto estratégico de la tierra.