Decálogo del Gorrero.
Por Alfonso Hamburger
Ser gorrero no es fácil. Ser gorrero es un arte. Un gorrero es a la parranda como el palote a la olla o el acordeón y la gaita a la parranda. El gorrero es una profesión de alto riesgo y en vía de extinción. Un gorrero es vital en una buena parranda.
El gorrero hace el mandado, sin robarse los vueltos. Pela la yuca. Prueba si el sancocho está a punto. Empuja el auto. Abre los portillos. Se sube a arreglar la antena del televisor para ver el Gurrufero.
El gorrero no pone para la vaca, pero es el primero en servirse el trago y hace las veces de ayombero.
El gorrero tiene que servirle primero al que bien manda.
Me contaba Licho Traste, actor del Gurrufero o tratado de beber sin mandar, que el gorrerismo tiene sus reglas. Le sirve primero al que manda la parranda. Después de terminar la ronda se lo pega doble. Pero hay algunos que se lo pegan al inicio y al terminar la ronda. Este ultimo suele emborracharse, entonces pierde su autoridad. Un gorrero que se duerme no sirve, porque debe estar despierto y al servicio de los parranderos. Un buen gorrero recoge a todo el mundo.
El gorrero echa un chiste bien echado y aplaude cuando debe ser.
Es el primero que llega a la parranda y el último en irse.
El gorrero tiene que reírse de los chistes del dueño de la parranda, aunque sean malos.
Tiene que esperar que el que manda tome la iniciativa para enamorar. No puede hacerlo antes.
El Gorrero se hace el dormido cuando empieza la recolecta para la otra tanda.
No puede pedir música. Ni puede gorrear en dos mesas distintas. Debe ser exclusivo de quien lo admite, porque por lo regular no lo invitan y siempre se da por invitado.
No hay gorrero malo ni bueno. Es simplemente gorrero.
PD. Gorrero viene de gorra. O sea, el que toma de gorra. Bebe sin mandar.
No se pierda El Gurrufero, por Telecaribe, sábados y domingos 8:30 PM.