Crónica ardiente de la política en Sucre

En Buenavista, la política es de 365 días al año. Silvio Cohen me invitó a Buenavista y le cogí la caña. Quería saber cómo es la paz y cómo funcionan estos pueblos por dentro, dedicados los 365 días del año a la

¡Festival del porro y corraleja en Sabanalarga!

Sabanalarga es como un amor de madre, donde la cultura y la inteligencia se pasean por sus calles en forma de porros y fandangos. Por segunda vez, la junta directiva de las fiestas en corraleja, que presidió por 35 años Luis Hoyos,

!El día que el Pibe Valderrama se embrujó en La Bajera!

LA BAJERA. Por Alfonso Hamburger La Bajera- ahora cancha sintética iluminada y cercada, donde jugó un picadito El Pibe Valderrama- no es un simple tapiz para rodar el balón número cinco. Para quienes fuimos premiados por la historia y tuvimos la triple

EN Caimito vive el hombre mas viejo de Sucre

De arriba hacia abajo, Cesar Viloria, director de la Banda San Juan d Caimito,   Hermes Boloñaños, Jose Tarcila Ricardo y  Alajandro de la Ossa, empujando esos 106 años del señor Bolaños. Caimito cumple 411 años. Por Alfonso Hamburger Caimito, en la orilla

El amor en tiempos de guerra!

Kanaan Harb Mattar y Faride Feris, unidos por amor al Libano. EL AMOR EN TIEMPOS DE GUERRA Por Alfonso Hmburger La diputada Faride Feris de Harb, encontró el amor de su vida en su primer viaje a El Libano y se casó

EL “TURCO” QUE SE REINVENTA CADA DÉCADA.

Por Alfonso Hamburger Lo conocí en el apagón de Gaviria, comenzando la década de los noventa, en un pequeño local del Centro Comercial Getsemaní, donde vendía antenas parabólicas. Emil Fajid Marún estaba en el duelo de superar sus dos primeras quiebras, una

Así destruyeron la sierra y la flor (III)

EL CAPITÁN Y SUS OJOS DE ARDILLA   Por Alfonso Hamburger   Este hombre, que dice haber recibido la sabiduría de los mejores sabios zenues, tiene a la concesión de la autopista Sincelejo- Toluviejo contra las cuerdas, pero la Sierra ya recibió

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TRES CORONAS PARA LELIS.

Tres coronas, tres buses en espera de los dolientes y un hasta luego triste, parecieron el reflejo de una pluma que no se comió el cuento. ¿Indiferencia? Esa pareció ser la respuesta de Sincelejo a uno de sus más grandes periodistas, Lelis