!Sentido Adiós a Rafael Hamburger!

El ultimo abrazo de Rafael Hamburger Vásquez.

Por Alfonso Hamburger

RAFA8

    Samuel, Oswaldo y Néstor Rafael Hamburger Vásquez,  foto reciente del álbum familiar.

 

Rafa Hamburger Vásquez, hijo de Herlinda y Miguel, era el más jovial de todos los hermanos y el más parecido a Herlinda.
Por su estilo de vida, mamador de gallo, alegre, extrovertido, era más Vásquez que Hamburger.

El viejo Miguel Hamburger, nuestro querido pariente, era un hombre adusto, con esa manera de ser de los europeos. Siempre estaba en actitud de meditación. Muy formal y callado. De nariz recta. Elegante, figura papal. Se descubría el sombrero para saludar. Oswaldo, que vive en Bajo Grande, de donde somos todos, es el más parecido al viejo. También Miguel el hijo tenía esa formalidad. Fue el primero en morir. Y Samuel, el último, el más alemán de todos. Es mono.

Y por el lado de las mujeres Luz, que vive en San Jacinto, Rut, en Bucaramanga y Alba, que tiene una hermosa fronda en El Carmen de Bolívar con los Leguía. Son mujeres finas, se les ve la clase. El rastro europeo no se diluye.

RAFA5

   Aquí Néstor Rafael con su sobrina Alba Leguía Hamburger.

Y en la cumbre de todos Rafa, 75 años, quien nos dejó repentinamente. Así lo conocíamos, porque su nombre de pila era Néstor. Desde joven Rafa fue distinto a todos. No era tan blanco. Más bien era un moreno espléndido, risueño, bien vestido, que hacía ruido cuando llegaba a Bajo Grande de muchacho. Parecía barranquillero. Por lo regular llevaba boina vasca en la cabeza y gafas oscuras. Le gustaba echar piropos y chistes.

Me cuenta Luchy, que a Rafa desde muy joven le gustó caminar. Primero se fue a Fundación, Magdalena, y después se instala en Barranquilla, donde se dedicó a la Joyería con unos primos, en la calle 72.

Allá vivía Isabel Hamburger, gran dama, casada con un Mc Causland. Vivian en el barrio Boston. Víctor, Alexander y en especial Rosario Alexandra, la última, hoy en Europa, iban a pasar vacaciones a Bajo Grande.

RAFA4

Rafa, al centro, foto familiar.

La casa de Don Miguel Hamburger, vástago de la familia, era la primera al llegar a Bajo Grande, Enel barrio Abajo. Era amplia y fresca, con un inmenso patio y caney, con arboles de guayacán y dividivi y una laguna donde nadaban los patos. Herlinda la tenía como una tacita de plata, fresca y un tinajón con espejitos. Y detrás de patio se extendía Flores Negras, una huerta casera, donde quedaron los tubos de la compañía Shell, cuando buscaba petróleo en esos andurriales, donde cazábamos burras y lobos polleros.

Rafael conformó una hermosa familia con Bertha Gamarra Fontalvo, de Las Palmas, lo que acrecentó la parentela, dado lo entusiasta que son los palmeros, sobre todo los Fontalvo, emparentados con Julio, el de Rio Seco y Rio Crecido.

 

RAFA3

Rafal Hamburger Vásquez, con parte de los nietos.

Ese cruce Hamburger Gamarra fue muy bonito, porque en las parrandas que hacíamos en su casa del barrio San Felipe, en 1982, festejábamos con alegría y nostalgia las fiestas de Bajo Grande el 25 de noviembre y de Las Palmas el 13 de diciembre. Ponían la música de Julio Fontalvo. Le simulábamos procesiones a Santa Rita y Santa Lucia. Bailábamos el toro balay y mírala como va.

Nos emborrachábamos en el patio. Poníamos música de banda y hacíamos el fandango. Bebíamos a la lata.

Los hijos de Rafa con Bertha, estaban pequeños, pero los metíamos en el cuento. Alexander era Hamburger puro y Deivis morenito, más Gamarra. Vieron en hila, con Néstor y Hervin. La niña nació mucho después. Y cada quien tenía su temperamento.
Llegaban otros primos y bajo granaderos cercanos a disfrutar, porque cada quien se había llevado el pueblo en su alma.

RAFA6

Yo llegué a Barranquilla en febrero de 1981 a estudiar periodismo. Ese año viví en los barrios Alfonso López y en Rebolo, dos sectores bien calientes. En noviembre fui a visitar a mis primos Hamburger Vásquez en San Felipe y el ambiente me atrapó. Enseguida pidieron que me quedara a vivir con ellos. No querían que yo siguiera viviendo en un barrio tan peligroso. Estaban festejando las fiestas patronales de Bajo Grande. El ambiente era muy familiar y por allí vivía mucha gente nuestra.

Rafa era desprendido de las cosas. Nunca supo si yo pagaba o no. Tampoco yo me acuerdo cuánto pagaba. Se iba bien temprano a su labor de joyero, con su boina y sus gafas. Regresaba de noche. Su presencia casi no se sentía. Solo su risa.

En ese ambiente familiar hice dos semestres, el tercero y el cuarto.

RAFA2

Con Bertha Gamarra, el amor de su vida.

Una noche nos fuimos varios primos a Mi Kiosquito, muy cerca, en la carrera 21 con calle 70, a beber ron Medellín. El ron nos cayó muy pesado y amanecimos vomitando. Fue un desastre.

Yo estaba muy apenado con Rafa. No le daba la cara. El 15 de diciembre de 1982, cuando iba a mi último examen del semestre a la UAC, tuve un dramático accidente de tránsito y casi muero. Un bus de Murillo me atrapó con sus llantas traseras en la carretera 21 con calle 70 C, en toda la esquina.

Me salvé de milagro. Mi recuperación fue muy lenta. Al siguiente semestre no regresé a la universidad.

RAFA UNO

Ya graduado me vine a La Sabana y la carrera me fue alejando de Barranquilla. Hablamos por teléfono varias veces. Fui a visitar aquella casa de San Felipe y no di con ella. Todo había cambiado. Ellos se mudaron cerca del estadio Metropolitano, en la ciudadela 20 de Julio. Cuando salí de su presencia, ahora que saco cuenta, Rafa sólo tenia 37 años. Trascurrieron en una exhalación 39 años, hasta el día de su repentina muerte, el pasado 11 de abril, después de una visita premonitoria a Bajo Grande. Tenía una diabetes endiablada.

Con Bertha nos volvimos a ver en el sepelio de Julio Fontalvo, hace cinco años en Sincelejo.

Tengo y tenía pensado hacer una visita a mis parientes y paisanos desplazados por todo El Caribe, para escribir sus memorias. Estaba esperando salir del Gurrufero, la comedia que grabamos en San Jacinto. Rafa estaba en mi agenda. Quería verlo, abrazarlo. También tengo a Jorge Luis Fernández, en Galapa, y al negro Helio Anillo, en el Magdalena, a Toño Medina en La Guajira, a Oscar Mois en Valledupar, a Huguito en Santa Marta. A los hijos de Rosita Herrera, en Barranquilla.

Hace un mes me hallé con Luchy Hamburger en San Jacinto y le anuncié que iba para donde Rafa, pero el 11 de abril nos sorprendió su muerte.

Alfonso Hamburger

Celebro la Gaita por que es el principio de la música.

Deja una respuesta

Your email address will not be published.

Previous Story

JHONATAN, UN PADRE GURRUFERO!

Next Story

EN SAN JACINTO, LOS MEJORES BOLLOS DEL MUNDO!