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Padre Laureano Ordosgoitia: el sacerdote que bendijo el folclor y dejó huella en el vallenato

Por: Marialis Hamburger Cárdenas 

El Padre Laureano Antonio Ordosgoitia González, más conocido como Padre Lau, no es un sacerdote común. Es un personaje que ha marcado la historia de la música vallenata con su conexión espiritual y su cercanía con grandes íconos como Diomedes Díaz y Alejo Durán. Su vida y su fe han estado entrelazadas con el folclor, los acordeones y las promesas de un pueblo que canta sus historias.

Un sacerdote atípico con alma de juglar

Desde joven, el Padre Lau rompió esquemas. Su cabellera larga, espíritu rebelde y conexión con la música lo convirtieron en una figura diferente dentro de la Iglesia. “Me tocó el trance en la iglesia, del Concilio de Trento al Concilio Vaticano II. Tuve dificultad para que me aceptaran en el seminario, yo tenía una cabellera impresionante”, recordó en nuestra entrevista exclusiva.

Esa esencia cercana a la gente lo llevó a encontrarse con Diomedes Díaz, el legendario “Cacique de La Junta”. En una de sus anécdotas más memorables, el sacerdote reveló que visitó a Diomedes en la cárcel en Bogotá y que, en su primer encuentro, el cantante le dijo sin titubeos: “Soy inocente, yo no la maté”. A lo largo de cinco visitas, el Cacique le confió su fe y lo recibió con un ramo de flores que tenía la Virgen del Carmen en su habitación. Además, Diomedes contribuyó económicamente a la Iglesia, algo que el Padre Lau siempre recordó con gratitud.

Alejo Durán: el rey vallenato que pidió su despedida

El legado del Padre Lau en el vallenato no solo está ligado a Diomedes. El destino le tenía reservado otro vínculo especial: Alejo Durán, el primer Rey Vallenato, quién también confió en él. Durante el Festival Vallenato, Alejo lo miró fijamente y le hizo una petición especial: “Cuando yo muera, quiero que usted me haga el entierro”. Y así fue. El 15 de noviembre de 1989, el sacerdote cumplió su palabra y se convirtió en la voz espiritual del adiós al maestro. En su homilía, lo definió como “sacerdote del folclor, profeta del acordeón y rey del vallenato”.

La gaita: el instrumento que une los reinos de la naturaleza

Pero su amor por la cultura no se limita solo al vallenato. Como indigenista y defensor de las tradiciones, el Padre Lau también habla con pasión sobre la gaita, el instrumento ancestral que representa la esencia de la tierra y de su gente. Durante muchos años, fue sacerdote en Ovejas, Sucre, una tierra marcada por la historia del folclor y la tradición gaitera. Desde allí, fue testigo del arraigo cultural de su pueblo y del papel fundamental que la música ha jugado en la identidad de la región. En la entrevista, explicó con fascinación cómo este instrumento reúne en su estructura los tres grandes reinos de la naturaleza: animal, vegetal y mineral.

“Si tú tomas una gaita en la mano, tienes la naturaleza entera”, expresó. “El palo de la gaita es el corazón del cardón, eso es vegetal. Pero la cabeza se ennegrece con el carbón, que es mineral. Y la cera de abejas y la pluma del pato macho son animal”. Para el sacerdote, la gaita es más que un instrumento: es la conexión de un pueblo con su identidad y con sus raíces más profundas.

El Padre Lau es testigo y protagonista de una época en la que la fe y la música se abrazaban en las plazas y los festivales. Su vida ha sido un puente entre el espíritu y la tradición, entre la Iglesia y el folclor. “La palabra de Dios tiene poder. A los tres meses, Diomedes se paró de la silla de ruedas”, recordó, convencido de que la fe transforma realidades.

Aún hoy, con más de 75 años de vida y 48 de sacerdocio, sigue compartiendo historias que construyen memoria. Porque el vallenato no solo se toca: se siente, se vive y, en su caso, también se bendice.

Descubre más anécdotas inéditas en la entrevista completa con el Padre Laureano. Haz clic aquí para verla completa: https://www.youtube.com/watch?v=Is79q1XMgSE 

 

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