Murió el último de los Cárdenas Madrid.
A los 94 años murió en Sincelejo el señor Vitaliano Cárdenas Madrid, el último ganadero de una estirpe casi legendaria proveniente del Carmen de Bolívar y Sampués.
Generoso, Manuel, Tulia y Vitaliano, lograron amasar una fortuna en tierras y ganado a puro pulso y fueron reconocidos como gente sencilla y trabajadora, de abarcas y sombrero, con una identidad sabanera que trascendió más allá de los bancos. Amantes de la corraleja y las buenas costumbres, Vitaliano llegaba con su mochila y en abarcas a los bancos, algunos de los cuales manejaban sus recursos en efectivo. Él le prestaba a los Bancos.
La finca el Caucho, en Sahagún, con casi mil hectáreas, fue una de sus preferidas. De allí surgió un toro legendario que se batió con su bravura en varias plazas, llamado el Nacho Vives, cuyo nombre hacía alusión a los discursos encendidos del político samario.
Los Cárdenas Madrid, según la opinión, fueron hombres sencillos a quienes no les interesó la política y sus relaciones más que todo eran familiares.
“Mi padre fue un sabio para los negocios, supo amasar una gran fortuna, pero lamentablemente no tuvo elementos académicos para transmitir esos conocimientos. Fue muy generoso con sus hijos y mucho antes de morir repartió sus tierras”, dijo Manuel, odontólogo, su último hijo, hoy de 38 años.
Estos hermanos hicieron plata como se hacía antes, sin corrupción, a pulso, dijo Manuel.
Iniciaron con poco ganado y llevando recuas al mercado de Medellín, a pie, por lo que tuvieron que trabajar de sol a sol para levantar sus fortunas.
Las exequias de Vitaliano Cárdenas Madrid, el último de esta estirpe, se llevarán a cabo este miércoles ocho de noviembre. Su velación se cumple en la Sala San Juan de Funeraria La Esperanza. La misa será a las cuatro de la tarde en La Catedral San Francisco de Asís de Sincelejo.