Llanto, palabras ahogadas, recuerdos y coincidencias agradables, como si todo obedeciera a un libreto que nadie escribió, fué el resultado del acto de condecoración que en nombre de la Honorable Cámara de Representantes hizo el parlamentario Nicolás Guerrero Montaño a personajes sucreños en la Cámara de Comercio.
Desde temprano empezaron a llegar personajes como Lisandro Meza y La Niña Luz, familiares y amigos de los Hermanos Walfredo, Dino y Alfredo Gutiérrez Cuello, Demetrio Segundo “Pipe” Guarín Romero, el locutor, animador y periodista Aníbal D´luyz Polo y el pastor José Gabriel Mejía Diaz, quienes recibieron sus reconocimientos de manos del aspirante al Senado, Nicolás Guerrero Montaño. El auditorio Juanita Tuirán no fué suficiente para la gente que acudió al acto, donde también tomó mesa Esteban Orozco, del Conservatorio de Música de Sincelejo.
“No es Nicolás Guerrero quien hace esta exaltación, es el pueblo sucreño a través de la delegación que hizo en mí. He invito a los otros parlamentarios que nos unamos en esta iniciativa”, precisó Guerrero.
Indicó que este tipo de reconocimientos tan necesarios que ya son una institución en las fiestas enerinas, deben partir de las agremiaciones de músicos para que puedan continuar en el tiempo y es el propio pueblo quien, como en el Ágora, deben proponerlos.
En el acto, todo coincidió mágicamente. Walfredo Gutiérrez Cuello, hijo mayor del rey vallenato, Alfredo Gutiérrez, fue el primer acordeonista de Nicolás Guerrero, en los tiempos que el parlamentario trataba de ganarse la vida cantando y Pipe Guarín, quien ha recorrido el mundo con su saxofón, es el personaje que un día fue a San Andrés de Sotavento a contratar a Aníbal D´Luiz Polo, para convertirlo en el animador de Alfredo Gutiérrez. Además, en la mesa estaba Lisandro Meza, patrón de Guarín, este quien no pudo aguantar la emoción y se le ahogaron las palabras, al recibir la distinción. De alguna manera, y sin que nadie se lo propusiera, todos habían coincidido en algún punto del pasado, para este presente, como si los uniera el destino.
Por su parte, el apóstol, José Gabriel Mejía Diaz, aseguró que Dios no le quiso seguir cuando intentó irse de Sincelejo, anunciándole que esta ciudad iba a ser bendecida.
Por siete años consecutivos, el representante Nicolás Guerrero, en nombre del Gobierno Colombiano, a través de la Cámara de Representantes, ha realizado este acto de reconocimiento de la música y la cultura sabanera, sabiendo que su labor no ha sido equivocada, en espera que, sin necesidad de reclamo, otros dirigentes se puedan sumar a esta gesta.
De los propios homenajeados, surgieron nombres como el del compositor Nono Narváez y del radioperiodista Aurelio Gómez Jiménez, como candidatos para la próxima exaltación, de pronto antes que culmine al año.