Por: Chiro Castellanos H
Se devastó el cerro Sierra Flor, uno de los puntos más altos de la ciudad, a manos de la minería ilegal y proyectos de doble calzada en la región.
Luego de 4 años de resistencia a la mega-obra, que contempla la construcción de la doble calzada Sincelejo- Toluviejo, la Corte Constitucional, bajo sentencia T-436 de 2016, ordenó detener las retroexcavadoras de la concesión Autopistas de la Sabana que trabajaban sin título minero o autorización temporal por la Agencia Nacional Minera en la zona.
La Corte entonces otorgó el derecho a la Consulta Previa a seis cabildos indígenas, pertenecientes al Resguardo Chichelejo del departamento de Sucre, que defiende la montaña. La decisión del Alto Tribunal se fundamentó en informe de Instituto Colombiano de Antropología e Historia – ICANH que reconoce la Sierra Flor como un sitio sagrado de la etnia Zenú, cementerio indígena prehispánico y admite que el camino denominado como El Sillete de los Indios era el único acceso de los ancestros que venían desde el Golfo de Morrosquillo hacia la sabana de Sucre.
La concesión arrasó con 20 hectáreas entres especies de plantas y cultivos y 10 mil toneladas de material (balasto y piedra) fueron extraídos para terminar otro proyecto: la doble calzada Sincelejo-Sampués.
Hay otras pruebas, según un concepto de La Corporación Autónoma Regional de Sucre – Carsucre, sobre el desplazamiento y desaparición de especies animales (monos, conejos, guartinajas, morrocoyes, guacamayos y guacharacas, éstas últimas en vías de extinción); además del truncamiento de dos proyectos, avalados por Conciencias y el Sena, con plantas aromáticas y cítricas para medicina tradicional.
El desastre ecológico también viola el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) del municipio de Sincelejo que contempla al cerro bajo la categoría de ‘zona de suelos y bosques protección ambiental’; también atropella la Ley Nacional de Cultura que protege los territorios naturales en Colombia como patrimonios inmateriales.
Para los abuelos de la étnia Zenú, la mutilación del cerro es una deformación de éste paisaje panorámico, donde se observan los montes de María y el mar; considerado patrimonio ecológico y escudo protector de la ciudad de Sincelejo, respecto a los vientos huracanados que vienen del Golfo de Morrosquillo. En las últimas lluvias, de noviembre de 2016, varios sectores del barrio Salvador y El Mirador se vieron destruidos por los vientos huracanados.
Respecto a los trazados diseñados para este proyecto de nueva calzada, la concesión propuso tres. La mejor propuesta técnica era construir una variante con una bifurcación que condujera al municipio de Sampués y así evitar el desmonte del cerro y el acceso de tráfico pesado a la capital sucreña; caso omiso, les convino más inducir el trazado hacia el casco urbano, con la intención de justificar la extracción del material de la Sierra. El flujo de carga pesada hacia la ciudad afectaría la seguridad de cientos de estudiantes de cinco instituciones educativas ubicadas en la zona.
Los grupos indígenas, beneficiados con la sentencia de la Corte, esperan que en el proceso de Consulta Previa, el Concesionario vial les permitan hacer identificación de los impactos sociales, económicos y naturales, de manera que se reivindique con carácter urgente, la vía de acceso al cerro; se reforeste la zona con las especies que existían y, se garantice la contención de los taludes que sostienen varias torres eléctricas que abastecen una porción de la electricidad de los departamentos de Sucre y Bolívar