Mi Metro Cuadrado.
Por Eduardo Pertuz.
Teniendo como base la corriente filosófica del estoicismo, un postulado fundamental es enfocarse en lo que puedes cambiar, no puedo cambiar el mundo, no puedo cambiar la violencia citadina, las variaciones del dólar, las pendejadas del ser humano; lo único que puedo hacer es cambiar mi metro cuadrado, el que me rodea, cuando logro modificar la realidad general y la convierto en una experiencia personal, una burbuja que involucra a quienes me rodean, mi sensación de bienestar es compartida con quienes participan en el suceso. Fuera de ese metro cuadrado por lo general, tropezamos con la cotidianidad, la rutina de los mismos hechos que se repiten cotidianamente, y que solo rumiamos sin tomar en cuenta que los días van pasando al destino final, romper esa rueda del samsara amerita autoconciencia, descubrir tu propósito de vida; sé el artífice de tu realidad, no dejes que los medios te digan que debes pensar o sentir, ellos quieren arroparte de miedo y zozobra, ¿quieres ser feliz? empieza a romper esquemas, recuerda, eres tú y más nadie el responsable de tu felicidad.
En ese orden de ideas, nos reunimos en una tertulia literaria, tres escritores, cuatro médicos y un entusiasta de las letras, entre anécdotas, copas de vino, exquisita comida peruana, rifas, juegos y espectáculos; transcurrió una noche encantadora, los escritores comentaban sobre sus libros, y nosotros teníamos una pregunta a cada anécdota, eso enriqueció sin dudas, la velada.
La sorpresa fue por parte de Juan de Dios Dávila, dueño del restaurante Locura Marina, quien nos tenía en exhibición una escultura del maestro colombiano Emiro Garzón, de su colección privada.
Y para cerrar con broche de oro, un baile colectivo con las dos únicas mujeres del grupo, o sea, tocó bailar hombre con hombre, mujer con mujer, hombre con mujer, de la misma manera y en el sentido contrario…la música del cantautor nacido en San Marcos, Sucre, Juan Piña.
Nos despedimos alegres, con nuestros corazones palpitantes, eso sí, todos apiñaditos en un solo calor humano en ese metro cuadrado.
Agradecimientos a los escritores Óscar Borja, Carolina Poveda, Álvaro Sierra por sus cuentos y anécdotas, a los médicos Carlos Granados, Martha de la Rosa y Osvaldo Galofre, y a Jesús Payares por participar. ¡Que se repita Pollo Isra!
¿Ya sabes a quienes vas a invitar a tu metro cuadrado de bienestar? 🇨🇴🤗🥑🍷💃🏼