Algo deben tener estas tierras que han parido tanto. Allí cerca está San Juan de mis amores, donde se iluminó un acendrado interés por la música culta, aquello del piano, los pitos de vientos y las guitarras, poca gaita, poco acordeón, pero que paradójicamente tuvo lo que no tuvo San Jacinto, un rey vallenato, doblemente elegido en Valledupar, Julio Cesar Rojas Buendía, como los de Cien Años de Soledad. Al centro San Jacinto, un collar de cumbias, transpirando folclor de gaitas, hamacas y artesanías.
Son tres bellos pueblos, según dijo Andrés Landero. San Juan, ciudad luz, como la misma Roma. ¿Quién le dijo eso a Landero, que al mejor estilo de Harold Laswel, da respuesta a los cinco interrogantes de una noticia en La Muerte de Eduardo Lora? Y San Jacinto hace centro entre los tres, en el cultivo de lo real, con el Carmen de Bolívar, de donde llegó el músico más culto que haya arribado a la tierra de la hamaca. Se trata de José Vicente Caro, fundador de la Banda 16 de Agosto, más conocida como “La Secante” porque sus músicos de trago largo se vaciaban todo el ron de las fiestas. Los Brieva, famosos por tener personajes como Juan Brieva, el solterón, quien viajaba de Arenas a Las Palmas , con su vicio que lo llevó al fracaso, o Migue “El de Eloy”, hicieron parte de la famosa “chupa cobre”, en la que tocaba el bombardino “Pello Colorao”. Lógico, que Pello no admitía que le dijesen su sobrenombre en la cara. Fue en un 16 de Agosto de un año perdido en la historia, durante la misa solemne del patrono San Jacinto de Duanga, en que la banda animaba la ceremonia religiosa. Alguien se asomó por los calados de la iglesia de rancho. Pello tocaba el bombardino. El avezado fisgón le dijo “Pello Colorado” y éste, sin sacarse la embocadura del instrumento de la boca, le respondió, en plena misa: “Jueputa”.
El porro el perro de Petrona, que ya no tocará jamás en las patronales, según Adolfo Pacheco, desapareció del pentagrama ¿Quién era Patrona? ¿Cómo era aquel perro? ¿Qué Hacia? La última vez que se escuchó aquel porro que se confunde con el perro, fue en la voz de Carlos Barraza Alandete, el distinguido profesor, padre del Exgobernador Jorge Barraza Farak, quien lo cantaba con una voz grave y profunda. Lástima que los archivos de Vox Populi, donde lo cantó están como extraviados.
San Jacinto era entonces un cruce de caminos y hoy epicentro de la cerámica más antigua de América, con más de 6 mil años antes de Jesucristo, batiendo la edad de la cerámica hallada en Puerto Hormiga, Perú.
Algo hay en el canto de la cabuya. Los tres bellos pueblos del cultivo de lo real, donde San Jacinto hace centro, se prestaban los personajes. De San Juan llega Juan Elías Díaz (Fresco de leche) quien le da ilusiones a Adolfo Pacheco en el canto y la guitarra, y de El Carmen, además del profesor José Vicente Caro (músico culto), llega Teófilo el gaitero, padre de Manuel Mendoza, de la escuela negra de la gaita. Al igual que el padre de Rodrigo Rodríguez, quien le da, con los gaiteros, los dos únicos gramys Latino a La Sabana.
Los personajes de esas crónicas, acuarelas del folclor, son de carne y hueso. El corozalero Paco Lara era el juez, Yoli y Pello, bebedores incansables y el viejo Miguel, el primer desplazado de los Montes de María, hacen parte de la novela que debemos libretear, antes que vengan de Valledupar a escribirla y venderla como vallenato.
La fuerza del viejo Miguel fue tan grande, que da la sensación de que la fundación de San Jacinto es el 16 de Agosto (que es el onomástico) y no el 8 de agosto de 1776, día en que Don Antonio de la Torres y Miranda delineó las primeras casas, al lugar que denominó el Sitio de San Jacinto, un pueblo sitiado por las guerras y elevado a la inmortalidad por sus creadores.
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37Cesar Vergara, Hernando Simón Sfeir Benitez y 35 personas más
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Comentarios
Guillermo Valderrama Lo mejor de los recuerdos, cuando se convierten en cronica para que al leerlos, sus sonidos salgan como los de un violin, bien manejado. Felicitaciones…
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• 27 de octubre a las 11:53
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Hernando Simón Sfeir Benitez Excelente crónica.
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• 27 de octubre a las 11:53
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El comentario de Jorge Isaac Barrios Romero se marcó como spam.Mostrar comentario
Jorge Isaac Barrios Romero POR FAVOR.!! QUIEN SE ATRVIO A MARCAR COMO ESPAM -MI COMENTARIO ANTERIOR, LE FALTA A LA VERADA. Y A LA MEMORIA DE MIS QUERIDOS ANCESTROS. Mas respeto por favor. !!
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• 27 de octubre a las 11:56
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Gomez Santy Porre?
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• 27 de octubre a las 12:10
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Eliecer David Castro Manjarrez su pluma mi estimado periodista y escritor va desenteañando los recuetdos de la gaita y el tamo si que estas tieras tienen historias sagradas que recuerdos esconden, la vieja gaita de un faroto . felicitaciones Alfonso interesante crónica.
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• 27 de octubre a las 12:32
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Luis M Fajardo Polo Excelente cronica, gracias Afonso Hamburger
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• Responder • 27 de octubre a las 13:31
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Lacides Jose Yaspe Leones Interesante crónica mi querido Alfonzo,siempre atento a recibir la próxima.
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• Responder • 28 de octubre a las 2:36
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Petrona Isabel Olivera Ruiz Bellos relatos plasmados por una mente prodigiosa. . Maestro queda la duda ¿quién era Petrona?
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• Responder • 28 de octubre a las 20:33
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Alvaro Anillo Brieva Felicitaciones primo , emocionado por tu relato y porque allí mencionas a mi familia,a los Brieva …mi abuelo Eloy Brieva fuè el alumno más aventajado del maestro CARO ,a tal punto q cuando el maestro parte hacia Barranquilla mi abuelo queda al frente de la » secante» y es cuando toma ese nombre… Tuvo tres intérpretes q fueron: mi madre Elena Isabel Brieva Sánchez, Ramiro Gonzáles ,padre del exalcalde Guillermo González y José Miguel Brieva (migue’eldeloy). Definitivamente la historia de Nuestra tierra San Jacinto es Macondiana. Abrazos primo.
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• 28 de octubre a las 20:57
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