¿Por qué mataron los alcaldes en Sucre?

mojana-1JUAN SAJONALa difícil operación de ser Alcalde en Sucre
– De los 24 que se posesionaron el primero de junio de 1992, diez han sido asesinados.

Por Alfonso Hamburger

De su paso por la Alcaldía de Majagual, a Juan Antonio Sajona Sajona, solo le quedó una motocicleta vieja, una diabetes crónica y el miedo. Cuando recuerda que a diez de sus compañeros los han asesinado, uno está desaparecido y otro preso, se le arruga el sentimiento. Tentaciones ha tenido de poner otra vez su nombre en las paredes, pero se acobarda, porque se acuerda de “la mala racha de los dos años y siete meses”. Ese fue el periodo fatal que les tocó vivir.

De los 24 alcaldes de la época, quienes se posesionaron el primero de junio de 1992 y entregaron los papeles el 31 de diciembre de 1994, casi la mitad han sido asesinados, lo que patentiza la difícil misión de ser alcalde en uno de los departamentos más violentos de Colombia.

Sajona Sajona, un hombre locuaz, dicharachero, cantante , taxista, casetero, presentador en tarima y periodista empírico, desde que salió del cargo ha hecho de todo para sobrevivir, en medio del luto seguido de cargar con el dolor de ver morir a quienes fueron sus compañeros en ese periodo transicional. El día que mataron a Juan Cure Ramirez, de Sucre- Sucre, habían acordado reunirse para pactar una alianza a la Asamblea. Un sicario mató a Cure en Sincelejo al frente de un hotel, una hora antes de aquella reunión crucial.

A todos los mataron después de dejar sus cargos y en diferentes circunstancias. Aquel primer susto se lo llevó Sajona el 11 de Julio de 1997, cuando se iba a reunir con su ex compañero Juan Carlos Cure Ramírez, su fórmula para la Asamblea. Eran las 7:30 de la noche. El ex alcalde de Sucre ( la tierra de donde García Márquez se inspiró en gran parte de su obra) bajó a la recepción del hotel Ritz, en el centro de Sincelejo, cuando dos sujetos, entre ellos uno que hacia el papel de loco, le disparó diez veces. Según despacho periodístico de El Tiempo, “Cure enfrentaba varios procesos en la Fiscalía por peculado por apropiación, desvío de recursos oficiales, porte ilegal de arma y juicio fiscal en la Contraloría General de la República”.

Cure Ramírez había remplazado a Alfredo Munive, más conocido como “Pipelòn”, primer alcalde popular de ese Municipio, también asesinado en las afueras de un hotel de Sincelejo. También de otro periodo, el 30 de Junio de 1996, la guerrilla asesinó a Jairo Mendoza, cuando se desempeñaba como alcalde del mismo municipio.

La desgracia de quienes fueron elegidos segundos alcaldes populares de sus Municipios en Sucre, los siguió persiguiendo 22 años después. El 17 de Julio de 2013, fue asesinado Alfonso Beltrán, quien había sido alcalde de Guaranda, también en la región de La Mojana. Estaba retirado de la política y se dedicaba a las labores del campo, donde fue muerto a tiros, al parecer por las Bacrim.

La racha de “Los dos años y siete meses” como denomina Sajona al aciago período, acabó con Tulio Villalobos Támara, alcalde de Tolú, muerto el 14 de enero de 1997 con uno de sus escoltas, cuando viajaba de Tolú a Sincelejo. Su chofer se salvó de milagro, tras recibir múltiples heridas de bala. Quedo casi inhábil de por vida.

De esta misma promoción fue muerto el dos de abril de 1996, en el barrio Florencia de Sincelejo, Luis Manuel Vergara de León, quien había renunciado a la Alcaldía de Corozal para aspirar a la Duma Departamental. Era de corte cívico y enfrentaba a la clase tradicional y a la corrupción. Fue descrito como un hombre valiente y frentero, que tomaba un camino a la hora que fuese. “Era un tigre”, dice Sajona. Los sicarios interceptaron el carro que manejaba, donde había salido a pasear a su hijo de dos años, a plena luz del sol en el barrio Florencia de Sincelejo, el 2 de abril de 1996. Su hijo se salvó del ataque.

Le siguió en la lista Luis Pérez Villada, quien después de ser Alcalde de San Onofre por un movimiento cívico, preparaba una manifestación cuando fue asesinado. Era candidato a repetir por el nuevo Liberalismo. Las Autodefensas habían prohibido aspiraciones por fuera de su consentimiento.

De este mismo periodo es Diomedes Cárcamo, ex alcalde de San Benito Abad, quien se desempeñaba como diputado de Sucre, cuando fue atacado a bala en Sincelejo. Sobrevivió al atentado, después de recibir tres tiros en el rostro.

Raúl Tovar, alcalde del periodo fatal en Chalán, igual fue asesinado.

“Al ex alcalde Castillo, de San Pedro, lo mató la guerrilla”, dice, porque morían de ambos bandos, de derecha y de izquierda.

De Achi, Bolívar, en la misma zona de La Mojona, fue muerto Wilmar Díaz.

Cecilia Gil Barvo, segunda alcaldesa popular de San Juan de Betulia , también de ese periodo, no alcanzó a terminarlo, por suspensión. Dice que eran tiempos en que a los alcaldes los suspendían tres meses cuando se les habría pliego de cargos. Aquello ya fue superado.

A Isela Díaz Cárdenas, alcaldesa de Los Palmitos, en ese mismo periodo, le asesinaron a su padre, en pleno centro de aquella población.

Edinso Zamora Pulgar, alcalde de Ovejas de corte cívico, tuvo que irse de la población tabacalera, por amenazas de muerte. El alcalde, al que le habían dictado medida de aseguramiento por presunto manejo irregular de recursos, denunció un plan para desaparecerlo. Agentes del Estado fueron a capturarlo a Ovejas, pero habilidosamente sus guardaespaldas no lo entregaron, sino que lo llevaron a Sincelejo. El burgomaestre pensó que quienes fueron a buscarlo posiblemente lo hubiesen matado en el camino, porque la guerra que se vivía se prestaba para cosas turbias.

Héctor Merlano, alcalde de Sincé, se radicó en Cartagena, tras afrontar varias vicisitudes, dedicándose a su profesión de abogado.

De los menos afectados fue Alejandro Chadid, de Toluviejo, quien estuvo a punto de morir en un accidente de tránsito.

Jairo Merlano Fernández, de la misma época, dos veces alcalde de Sincelejo y luego senador, fue procesado por parapolítica. Perdió su investidura. Su hijo Eduardo Carlos, quien asumió fue al senado, posteriormente perdió su credencial por el famoso caso “¿Usted no sabe quién soy yo?”

Posteriormente desapareció Álvaro Ordoñez, ex alcalde de San Benito Abad. Nunca se supo de su suerte.

Igual, aunque de otros periodos, han sido asesinados, Manuel Fernández, de Chalán; Wilmer Vanegas, de Colosò; Jairo Romero de Tolú; Eudaldo “Tito” Díaz, de El Roble y Luis Salaiman Fayad, de San Onofre.

A Wilmer Vanegas no lo dejaron ejercer el cargo un solo mes. La víspera de su muerte estuvo en las oficinas del periódico El Heraldo de Sincelejo, donde dejó un maletín con ropa.

Por lo pronto Juan Sajona, quien ha sobrevivido a esta hecatombe, no quiere saber nada de política, mientras recorre La Mojana en una motocicleta, impulsando músicos y promoviendo la cultura.

“Yo no robé, estoy arruinado, pero allí están mis obras”, dice Juan Sajona, quien ha sido tentado varias veces para aspirar a la Alcaldía otra vez.

Según Sajona, la racha de alcaldes asesinados en su periodo, fueron mandatarios que estrenaban la nueva constitución, hombres visionarios, cívicos la mayoría, que proponían acciones por fuera de la tradición, pero fueron aguantados a punta de plomo y de las IAS.

Paradójicamente, Edgar Martínez Romero, gobernador de la época, a quienes algunos consideran el mejor mandatario de Sucre, volvió a aspirar a ser elegido en varias elecciones, pero se ahogó o lo ahogaron. Estuvo en su casa, criando a sus nietos. Actualmente ejerce como gobernador, pero denuncia que hay gente interesada en que no termine su periodo.

Después vino la parapolítica, entonces si que tocó agachar la cabeza.
A la muerte de Luis Miguel Vergara de León, el corresponsal de El Tiempo en Sucre, Laureano Romero, quien abandonó el oficio por amenazas de muerte, escribió a manera de resumen, el 3 de abril de 1996: Además se han registrado los asesinatos de Dairo Martínez Estrada, concejal conservador de Sampués, el 13 de marzo; Alfredo Alvarado Esalas, concejal liberal de Tolú, muerto en esa población el 14 de marzo; Amaranto Sequea Montes, vocero del PRT, en la vereda El Tesoro, municipio de Chalán, el 25 de marzo, y de Jairo Pérez Mier, dirigente del EPL, en Sincelejo, el 26 de marzo.

Por otra parte, en Colosó fue encontrado el cadáver del conductor César González Paredes, que fue secuestrado el 24 de marzo, después de que el Eln plagió a cuatro agricultores y asesinó a otro durante las corralejas de La Sierpe, en jurisdicción de Majagual.

También se conoció el secuestro de Jairo Sierra Merlano, de 40 años, residente en Sincelejo, con lo cual se eleva a 23 el número de secuestrados en Sucre en lo que va corrido de este año 1996., terminó señalando El Tiempo.

El cuerpo de Luis Miguel Vergara, quien cumplirá 21 años de muerto el próximo domingo 2 de abril fue velado en el recinto de la Asamblea de Sucre.

Ante tanto atentado, los alcaldes de Sucre manejan perfiles bajos y la mayoría no tienen mayor proyección hacia el futuro. A la mayoría los acosan procesos en las IAs.

Alfonso Hamburger

Celebro la Gaita por que es el principio de la música.

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